La Buenaventura
(un cuentopoema gótico porteño)
Allí se sienta Buenaventura
en aquel rincón del bar
sirenas macabras ululan silenciosas
allí- ella asemejándose a un esperpento-
les vomita vuestro futuro
su mirada cínica
sus ojos rojos
leen las verdades ocultas
de penas y mentiras
que llevais colgando en los rostros
Baraja con sus garras
manchadas por la tiempo
los naipes de pútridos colores
los refriega con mi futuro sin destino
yo como soplado por el viento,
salto de ese fajo como un lobo
aullo por las laderas de los cerros
silbando el olvido del desaperecido
Pero sólo soy un ser sin destino,
sin ancla y sin camino
que desconocido y olvidado
por la gente de mi peña
pisotea estas calles regadas
por orín de borrachos y gatos
bajando voy por ese barranco
carente de veredas y apoyo..
Observo otros rostros
tan muertos como el mío.
rostros que no olvidan
pero silencios entre corcheas
cierran sus corazones
nadie puede dormir sin vivir su destino
si olvida su pasado
si olvida sus compañeros de camino
Nadie puede vivir un destino
si los asesinos uniformados
se pasean por la calles,
rojo sangre en sus manos
ensucian el azul del cielo
con escupitajos de alquitrán
el blanco de los ojos
surcado de acequias negras
niegan el luto de los amantes,
enarbolan una bandera tuerta.
para ocultar con un dedo
la inmensa cobardía
de los que se sienten
-según su mentiroso destino-
los guardianes de la vida.
Yo aún no vivo mi destino
porque no me recuerdan
la gente ya no sabe mi nombre
Ni tengo tumba ni tengo camino.
Solo le susurro en el oído a Buenaventura
para que les maldiga sus destinos.
rvega